La relación que tenemos con nuestro perro

¡Holahola!

La clave de toda relación es que exista una raíz de confianza y respeto mutuo, siempre ha de aportar y sumar a ambos miembros y ha de ser beneficiosa para todos los implicados. Si en alguno de los casos en nuestra relación existe un factor que nos distancia… necesitaremos cambiar algo.

Por eso hoy te cuento como es una relación saludable con tu perro.

¿Sabes eso que se ha dicho desde hace mucho tiempo de que, debemos ser autoritarios con nuestros perros, que debemos ‘tomar el control’ para que nos respeten y todas esas cosas? Pues bien, imagino que si ya te has pasado antes por aquí ya no tienes ese pensamiento antiguo en la cabeza, pero si por lo que sea todavía te ronda, te cuento la manera agradable de vivirlo. Yo también lo aprendí en su día y fue cuando empecé a sentir y conocer de verdad a mis perros.

Una relación necesita estar viva y ser agradable para todos los involucrados. Con lo de  agradable me refiero a que aporte y beneficie a cada parte y lo de viva me refiero a que esté en constante cambio, aprendizaje y evolución.  Para obtener esto, es esencial el respeto, la comunicación (confianza) y la libertad, y te explico cada parte por separado.

Por una parte, el respeto es la base para que comprendamos y aceptemos a nuestro perro como especie; como compañero, sí, pero compañero de otra especie que tiene sus propias necesidades. Es esencial que sepamos las necesidades tanto físicas, fisiológicas, mentales, emocionales, sociales de los perros.

Te diré algo, los perros son animales sociales igual que los humanos y necesitan convivir en familia. Dentro de esta familia existen rangos, los cuales cada miembro de la familia ejerce su papel no impuesto y ha de ser respetado como tal.

Lo he dicho muchas veces y es que, a los perros les gusta que les tomemos en serio, son alegres, son divertidos y siempre están dispuestos, pero necesitan ser aceptados como lo que son, no como lo que nos gustaría que fuesen.

Lo siguiente es la comunicación y lo primero que puedo decirte es que a la hora de cuidar la relación con tu perro lo primero que has de hacer no es hablarle, te diría que lo primero que has de aprender a hacer es escuchar. Parece sencillo y en realidad lo es. Muchas veces pensamos que nuestros perros no nos prestan atención o que no entienden lo que decimos, pero es que la verdad es que constantemente están intentando que les escuchemos y es aquí cuando empezará a existir una verdadera comunicación.

Seguro que muchas de vosotras habéis dicho o escuchado eso de ‘solo le falta hablar’, pero en serio, no carecen de eso tampoco, nos dicen y repiten las cosas tan claramente que a veces le buscamos la vuelta y no entendemos, pero dejar de hablar y escuchar es mucho más sencillo que analizar e intentar averiguar el motivo de todos sus comportamientos.

Y por último y tan importante como las anteriores es la libertad y además necesita el apoyo del respeto y la comunicación para llevarse a cabo. Me encanta hablar de la libertad porque es algo que he aprendido con los años gracias a mis 3 perros. Y además es algo aplicable a cualquier situación y relación. Es fascinante tener en cuenta esta parte.

Te hablo de la libertad como el derecho a ser, estar y decidir; en muchas situaciones les privamos de esta libertad creyendo que hacemos lo mejor para ellos pero, cuando se sienten libres aumenta su capacidad de explorar e investigar y esto les vuelve más seguros. Explorar y decidir a qué enfrentarse en cada momento es su manera de superar obstáculos y de encontrar la madurez mental. Cuando restringimos sus decisiones, poco a poco se van volviendo incapaces de hacer frente por si solos a cada vez más situaciones. Es importante tener esto en cuenta desde bien pequeños o desde el principio de nuestra relación si nos conocemos de adultos. Eso es, ni más ni menos, ofrecer la confianza suficiente para que decidan lo que necesitan en cada momento.

Y aunque todavía no te lo creas, esto os une de una manera inimaginable porque, si él es libre de sentirse o actuar como decida, pasar tiempo con nosotros será su propia decisión. Y esto, en los paseos, excursiones o incluso estando por casa, esto se nota, se siente y se agradece. No imponemos normas, ni ordenamos limites, sencillamente marcamos nuestros límites personales igual que ellos son libres de marcar los suyos y nosotros respetarlos; empezando por aquí, poco a poco todos (perros y humanos) seremos más flexibles y respetuosos con las demandas del otro.

Por ahora, quiero que entiendas distintas situaciones en las que tu perro será quien decida y nosotros aceptaremos las 3 claves de nuestra relación: respeto, comunicación y libertad.

  • Durante el paseo, si nuestro perro se para a oler un basurero, una farola con pipis o un árbol y necesita pasar ahí unos minutos: ¿Qué haríamos antes? Seguramente llamarlo para apartarlo de ahí o tirar de la correa para que deje de hacer esa cochinada. ¿Y qué vamos a hacer ahora? respetaremos su naturaleza, necesita conocer su entorno y todo lo que esto conlleva; será totalmente libre y pasará el rato que decida para guardar la información necesaria para él; en cuanto termine, solamente en cuanto deje de hacer lo que está haciendo, le preguntaremos si podemos seguir y así lo haremos.
  • Mientras estamos en casa y ellos están tan tranquilos en su cama y a nosotros nos apetece un achuchón: ¿Qué haríamos antes? Seguramente insistir, venga, va, vente, ¿Vienes?, ¡Toma!, ¿quieres? … vamos, ser unos pesados. ¿Y ahora? lo primero, vamos a respetar su momento, si está descansando no tenemos por qué estorbar su tranquilidad. Por otro lado, le preguntamos si le apetece venir a tomar unas caricias y unos abrazos, tanto si decide que sí, como si decide que no es el momento, aceptaremos su libertad para decidir.

¿Verdad que son situaciones tan normales y tan cotidianas? Pues ya te aviso que, si desde ya comienzas a introducir esta base en vuestra relación empezarás a notar los cambios pronto. Si tu perro es de esos que invade tu espacio personal, tira de la correa como un loco o no sabe presentarse correctamente a otros perros, comenzar a trabajar estas claves cambiará vuestra manera de comunicaros entre vosotros y con vuestro entorno. Si le ofreces todo lo que necesita, él te lo devolverá multiplicado; así son ellos.

Hoy me he alargado un poco más porque he querido detallarte bien los puntos importantes para una relación saludable y feliz, es algo esencial a la hora de tener un perro educado y equilibrado y vivir una convivencia feliz para todos los miembros de la familia.

Me encantará que me cuentes tu opinión en los comentarios y cómo te propones introducir estos cambios en vuestra vida y vuestra relación.

Te aviso que cuando yo me di cuenta de esto y empecé a centrar más mi atención en nuestra relación en lugar de tanta técnica de educación canina, fue cuando empezó de verdad a cambiar y mejorar nuestra vida.

Gracias, gracias, gracias.

Elena Dogsanimal

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