¿El ejercicio físico es lo mejor para reconducir una conducta? Definitivamente no.
Muy pocas veces (por no ser radical) es recomendable el ejercicio físico como tratamiento a un problema de conducta, da igual si es perro grande, atlético o que viva en una casa pequeña.
Puedes vivir con un mastín que le encante correr como también un podenco sedentario, pero para reconducir una conducta, el ejercicio no siempre es la mejor opción.
Normalmente se recurre a esta solución cuando hay perros con conductas excesivamente activas como romper cosas, ladrar en exceso o sobreexcitación en general pero, acostumbrar a nuestro perro a este ejercicio lo hará cada vez más resistente y el resultado será lo contrario a cansarse, que es lo que pretendíamos.
Cuando nuestro perro equilibrado necesita correr y saltar, puede pasar un día sin su dosis de ejercicio, aunque, ¿para qué? Si le gusta… pero, si esto se convierte en un estimulante más que otra cosa, quizás hay algo que no cuadra.
El ejercicio físico despeja su mente, en ocasiones echar una carrera para eliminar estrés es genial, libera hormonas que conducen a la felicidad y esto es positivo en la rehabilitación de una conducta, pero tendremos que saber cuándo introducir estos ejercicios y con qué propósito y si de verdad estamos seguras que en ese momento el ejercicio físico le calmará y no creará más excitación.
Los perros que practican algún deporte en conjunto con su persona son perros equilibrados por que hacen una actividad que les gusta con alguien que también les gusta, pero en casa son perros tan normales y felices, no son perros hiperactivos y estresados.
Lo mejor para entender lo que necesita nuestro perro frente a un conflicto que no sabe ni sabemos solucionar, es contactar con un profesional. Aplicar soluciones o parches por lo que nos cuentan puede que nos salga bien o no, pero como os digo siempre, que funcione con uno no garantiza nada, cada uno tiene sus propias necesidades aunque se muestren en conductas aparentemente similares.
Siempre lo digo y jamás me cansaré, si pensamos que nuestro perro tiene un problema y nos ponemos nerviosos por no saber qué hacer, pasemos tiempo en silencio con ellos, en paz, en casa, en la calle, en el campo, sintiéndonos los dos en libertad para saber y poder escucharnos y entendernos. Parece sencillo, en realidad lo es, pero dejar nuestra mente en silencio cuesta un poquito de esfuerzo, muchas veces también es lo que nuestros perros necesitan.
Gracias, gracias, gracias
Elena Dogsanimal