¡Holahola!
A la vuelta de septiembre parece que todo vuelve a vivirse con rapidez, muchas tareas, quizás nuevas metas y proyectos. Todas deseamos empezar septiembre con mucha energía y la persona que he tenido el gustazo de entrevistar para este mes nos trae motivación real, de la que te conecta con tu esencia más inquieta y divertida.
Laura viene a destriparnos los secretos que se esconden en lo emocional del juego compartido. Ella y Ada son las jefas del proyecto Lovelace donde crear variedad de juguetes totalmente adaptados a cada perro, a cada binomio perro-humano.
Más allá de crear los juguetes únicos, destripa de verdad lo realmente importante en el juego compartido. Ya no te cuento más, estoy deseando que leas todo lo que cuenta porque no hay palabra que te deje indiferente.
¡Hola Laura!
Gracias por abrirte a esta aventura. Puede que seamos muchas las que conocemos tu modo de impulsar el juego de un modo tan constructivo, aunque quien realmente es capaz de compartir con tanta emoción eres tú, Laura, el alma humana al frente de todo junto con tu mejor compañera, tu perra Ada.
Háblanos de ti, ¿Quién es Laura y de donde nace Lovelace?
Siempre digo que Lovelace somos Ada y yo.
No existiría si ella no hubiera llegado a mi vida. Crecí en un entorno sin perros y me daban miedo, pero la vida fue poniendo diferentes animales en mi camino con los que fui aprendiendo a relacionarme y convivir. Cuando Ada llegó yo sentía que estaba preparada para ser su responsable y decidí dar el paso. Fue increíble vivir también el cambio en mi entorno, pasar de “en esta casa no entran perros” a ser una más en la familia. Aun así yo no tenía ni idea de perros, y aún me queda mucho por aprender, pero eso es lo que me impulsa a conocer cada día más y más este mundo y a conocer gente increíble.
Tampoco existiría si yo no hubiera estado inmersa en mi propio proceso de cambio. Lovelace nace como un reto personal, ser capaz de salir de mi zona de confort, de probarme a mí misma. Cada pequeño paso que doy es una revolución para mí que me hace creer y crecer
¿Qué llega antes, el juego compartido o Lovelace?
Sin duda Lovelace. Evoluciona con mis aprendizajes, las necesidades de Ada, las mías propias y las de otros binomios. Una parte que me encanta de mi trabajo es hablar con otras personas, conocer sus preferencias y necesidades e intentar cubrirlas, incluso cuando me suponen un reto y necesito crear o aprender algo nuevo, me resulta muy enriquecedor. Lovelace nació porque Ada era una destroyer nata, empecé a hacerle mordedores y a buscar cada vez más y más resistencia, esta etapa culminó con la colección Natura.
Entremedias se cruzó en nuestro camino una educadora canina que nos abrió las puertas al mundo del juego y todo cambió, necesité crear unos mordedores, no solo para Ada, sino para nosotras como binomio, fue el comienzo de una nueva etapa.
Laura, me fascina que desde la búsqueda del juguete perfecto para Ada llegases a la conclusión de que no era el juguete ideal para ella, sino para vosotras. ¿Nos puedes guiar o contar cómo se encuentra el juguete ideal para el binomio?
Más bien aprendí que existen diferentes tipos de juego. Yo estaba buscando un mordedor con el que pudiéramos jugar, pero sobre todo que resistiera bien si se lo dejaba, sin saber aún ponerle nombre buscaba un mordedor solo para ella, para juego en solitario. Cuando se me planteó el reto de aprender a jugar bien con Ada, un juego social humano – perruno, me di cuenta de que ninguno de los mordedores que tenía encajaba con nosotras para este tipo de juego. Fue entonces cuando me hice plenamente consciente de que para diseñarlo tenía que pensar no solo en las necesidades de Ada, sino en las mías propias.
Mi recomendación es que juguéis. Solo así os iréis conociendo, descubriendo a qué distancia vuestro perro se siente seguro, a qué distancia vosotros os sentís seguros, si él disfruta más con los juguetes que pesan, si tú puedes con ellos, si él engancha mejor los juguetes blanditos, si tú estás cómodo sujetando algo rígido mientras forcejeáis, si el juguete le está resultando demasiado gordito y se le escapa de la boca,…. ¡Jugad y probad! Siempre intento aconsejar a la gente que me escribe basándome en los gustos de su perro, sí, pero también en los del guía y en cómo les gusta jugar juntos.
Me encanta que cada ocasión para pasar tiempo juntas se convierta en un momento de aprendizaje y crecimiento desde lo divertido. Soy muy fan de observar el modo de jugar de los perros y me está encantando todo lo que conozco de los perros desde aquí.
¿Me cuentas 3 aprendizajes vitales que has podido experimentar a través del juego?
Nada es tan importante como para no poder parar y disfrutar de un momento compartido.
Somos espejos. Dejarme contagiar por la felicidad de Ada sin duda cambia mi día a día.
El juego como forma de expresarnos y comunicarnos. Jugar repercute en nuestras emociones, en nuestro físico, nos hace pensar y relacionarnos, descubrir el vínculo y ahondar más en él es otro de los grandes aprendizajes que me ha traído el juego.
Sabes, existe mucha gente que no consigue jugar y divertirse en el juego con su perro porque existe mucha intensidad por parte de sus perros, muerden más allá del juguete, su persona se frustra e incluso se enfada. El juego compartido siempre es algo muy particular, háblanos de la variedad de juguetes y por qué esta variedad.
El juego, o su ausencia, nos aporta un conocimiento muy valioso de nuestros perros, nuestra relación y su relación con el entorno. Escucho a personas que cuando detectan algún conflicto en el juego social humano – perruno simplemente dejan de jugar con sus perros, o con determinados objetos, o en determinadas situaciones, o se quedan en “mi perro es que no juega”. Yo siempre he sido más de aprender y enseñar que de evitar.
El juego nos permite observarnos, conocernos, comunicarnos,… Y si nos hacemos conscientes de algún conflicto durante el juego me parece muy recomendable acudir a un profesional que sea capaz de ver más allá y nos guíe para mejorar, incluso a través del propio juego, que es una poderosa herramienta de gestión emocional que puede ayudarnos mucho si la usamos correctamente.
En cuanto a la variedad de juguetes, creo que cada binomio tiene sus propias necesidades en cuanto a largo, grosor, textura, forma. Un cachorro o un perro inseguro pueden necesitar un mordedor más largo para no sentirse intimidados. Hace poco un guía en silla de ruedas me pidió también un mordedor más largo por su propia comodidad.
Hay binomios que disfrutan muchísimo más jugando con mordedores muy cortos, otros necesitan elasticidad para no hacerse daño, hay perros que entran mejor al juego si en un extremo hay una pelota, o unas trenzas que generan más movimiento, algunos aún no saben morder bien y hay que buscar una textura apropiada para enseñarles a tener una buena mordida y que no se hagan daño. Es importante observarnos y conocernos para ir viendo cómo y con qué fluye mejor el juego.
¿Cómo te hace sentir el juego divertido y satisfactorio con Ada, tu perra?
Conectadas. El sentimiento de equipo es uno de los que más felicidad me provocan. Los juegos con mordedores son nuestros favoritos, perseguirnos, nuestra picaresca para coger el mordedor que tiene la otra, sentirnos tan conectadas cuando estamos tirando cada una de un extremo,… me parece algo mágico.
Me encanta cuando nos veo en algún vídeo y descubro que, sin ser consciente, he estado sonriendo todo el tiempo. Me pasa también en cualquier otro juego, habilidades, búsquedas, nuevos retos,… siempre tengo ese sentimiento de que lo hemos conseguido juntas, que somos un equipazo y que a través del juego nos comunicamos y disfrutamos.
Sabes, desde que aceptaste a contestarme a todo esto y empecé a leer todo lo que me cuentas con tanta pasión, estoy siendo muy consciente del juego, de lo que nos une, lo que nos desconcierta… y cómo tras cada sesión de juego, la sensación gratificante de conocernos un poco más es algo fascinante, como dices tú, es que es magia. Me encanta seguir conociendo cosas nuevas de mis perros ancianos después de tantos años, y de estar conociendo al jovenazo desde su eterno juego.
Estoy casi segura que con los años que has compartido juego con Ada has podido apreciar cambios asociados a su edad y madurez con respecto al juego, ¿Cómo evoluciona el juego con la madurez de los perros? Con respecto a lo que has experimentado.
Estoy casi segura que con los años que has compartido juego con Ada has podido apreciar cambios asociados a su edad y madurez con respecto al juego, ¿Cómo evoluciona el juego con la madurez de los perros? Con respecto a lo que has experimentado.
Me cuesta ver qué cambios vienen dados por su madurez y cuáles por la evolución en nuestra relación o por el trabajo que hemos hecho a través del juego para solucionar conflictos. Llevo poco más de un año jugando de manera más consciente, así que aún nos estoy conociendo, pero diría que ella juega más consciente también de sus acciones y que es más capaz de jugar desde la calma. Aun así, para mí el cambio más increíble ha sido en la forma de comunicarnos, estoy segura de que ella ya se comunicaba antes, pero ahora yo soy capaz de escuchar y de expresarme.
Adentrémonos más en el juego, en la parte quizás más técnica que creo puede ser un dato importante acerca del juego. ¿Por cuánto tiempo jugamos? Sabemos que el juego no tiene que ser exactamente sinónimo de excitación máxima, aunque a veces motivar a un perro es ponerlo de 0 a 100 en un segundo.
Es importante buscar el equilibrio. Como dice Estefanía Bueno, de @sweet_andco, “diversión no es sinónimo de descontrol”, tenemos que motivarlos, y motivarnos, sin pasarnos de vueltas. Tanto para esto, como para el tiempo de juego, es importante aprender a leernos, jugar de forma consciente, observarnos, conocernos, respetarnos,… ambos tenemos que divertirnos sin perder el control. También es importante que seamos capaces de volver a la calma felices y en paz después de haber jugado.
Aquí llegamos a uno de los puntos clave: volver a la calma. ¿Tú has podido vivir la dificultad de volver al estado de tranquilidad tras la excitación? ¿Cómo fue tu práctica y desarrollo en esto?
Para mí la calma es tan importante como el juego, son pilares en nuestras vidas. Cuando Ada llegó yo no sabía nada de esto y poco a poco se fueron generando conflictos que yo no interpretaba bien. Ha sido todo un proceso, para ambas, poner en práctica y apreciar el valor de no hacer nada. Y digo para ambas porque si nosotros no somos capaces de estar en calma difícilmente ellos lo estarán, somos espejos.
Conozco muchas personas que evitan determinados juegos porque sus perros se quedan revolucionados, ya hemos hablado de lo importante que es no pasarnos de vueltas durante el juego, pero igual de importante es saber volver a la calma cuando el juego acaba.
A Ada también le costaba pasar de un estado de excitación a uno de tranquilidad, y no solo durante el juego, pero con diálogo, acompañamiento y sobre todo con nuestro ejemplo se puede, y al final es una herramienta más que incorporamos a nuestro día a día. El juego es un ensayo para la vida real y todos los aprendizajes que hacemos jugando son extrapolables al resto de nuestras actividades cotidianas.
Laura, no es que ya no me queden preguntas que hacerte es que, sinceramente, nos has contado cosas tan valiosas que solo quiero leerte y releerte para ponerme a jugar y conocer a mis perros desde otra visión.
Pero antes de dejarte marchar y ponernos a jugar, ¿hacia dónde se dirige Lovelace? ¿Existe algún proyecto cercano que podamos conocer?
Ahora mismo sigo inmersa en ese aprendizaje del juego social humano – perruno del que hemos estado hablando. Muy pronto verá la luz una novedad diseñada especialmente para el humano, para facilitarle ese juego un poquito más orientado a educación y comunicación.
Por otra parte, este año tenía claro que quería compartir aprendizajes con los demás, hemos tenido conversaciones muy interesantes dentro de la sección “Lovelace habla de juego con” profesionales del mundo canino y he mostrado un poquito más cómo juego con Ada. ¡Esto ha sido todo un descubrimiento! El feedback de la gente me ha hecho consciente de lo motivador que es ver a otras personas jugando, compartiendo y aprendiendo con sus perros. La dirección de Lovelace seguirá ese camino, mostrando a la gente lo valioso que es el juego para forjar un buen vínculo.
¡Una cosa más! ¿Qué dirías a la gente que todavía no ha encontrado el juego divertido con su perro y quiere mejorarlo?
Tu actitud es clave, en el juego, como en la vida, es importante que ambos os divirtáis compartiendo. Aprende a leeros, a respetaros y descubrid juntos qué os motiva.
¡Que el juego te acompañe!
Guau, no sé cómo terminar esta entrevista porque pasaría un día entero hablando de esto y jugando.
Laura, gracias por contarnos todo lo que has podido exprimir sobre el juego, con Ada y con todas las personas a las que ayudas a encontrar su juguete ideal.
Deseo que tus palabras motiven a muchas personas para conocer a sus perros desde el juego activo y consciente.
Gracias, por abrirte a compartir tanto.
Normalmente este es momento de sacar conclusiones de todo lo que nos cuenta la persona entrevistada, aunque, la verdad… Siento que la mejor conclusión que podemos sacar es totalmente personalizada, dejando el ordenador o el móvil a un lado y saliendo a jugar con nuestro perro.
Deseo enormemente que hayas disfrutado de cada palabra y, lo que más, deseo que desde este momento vuestro juego se transforme.
¡¡Feliz juego!!
Gracias, gracias, gracias.