¡Hola!
Por si te pilla te nuevo, la lectura de hoy es la tercera de cinco artículos que he prometido publicar en los 5 lunes de diciembre. El primer lunes hablamos de los prejuicios y la influencia en la convivencia con nuestros perros, te lo conté con el lema ‘Yo no soy mi comportamiento’.
El lunes pasado, siendo el segundo artículo de diciembre te animé a expandir tu capacidad de observación para que sepas apreciar cada momento especial que te regala tu perro, El regalo de ser único.
Hoy vengo a hablarte de familia y lo importante que es en la educación con nuestros perros. En un grupo de perros se llamaría manada, aunque a mí me gusta llamarlo familia porque así lo siento.
Empiezo contándote algo que une a los perros y las personas como especie y es que somos animales sociales y gregarios, que quiere decir que vivimos en comunidad y nos unimos para un fin común, y este plan común yo lo llamaría felicidad.
Después de este tecnicismo creo que es necesario que entendamos que como familia, cada miembro tiene un valor, una labor que llevar a cabo y todas son igual de importantes. Te lo he contado muy resumidamente para poder explicarte con más emoción que para que nuestro perro se exprese con libertad y para llevar a cabo todo lo que él decida va a necesitar tu apoyo, va a necesitar que estés a su lado sin limitar su forma de ser.
Ser perro en una familia donde no se le entiende como especie y no se le integra como parte del grupo es muy difícil de asimilar, convivir en ese entorno tan poco amable para el perro es duro y es por esto que aparecen gran parte de los problemas de comportamiento.
Ser una familia significa presencia, estar cuando se necesita pero también cuando no se necesita. Estar cuando tu perro se encuentra mal y también tener a alguien a quien pedir ayuda cuando necesitamos silencio o jugar. Si somos capaces de conocer de verdad a nuestro perro y aprendemos a expresarnos y comunicarnos con él de una manera respetuosa, nuestra relación va a tener una calidad indescriptible. Para esto, es importante apreciar el valor de nuestro perro en la familia, que sepamos que él es tan importante como yo misma, incluso que si decido pedir ayuda a un profesional, éste profesional sepa respetar nuestros valores como grupo, sean los que sean. Te prometo que yo esto lo respeto al cien por cien.
En este grupo, la familia, nuestra principal labor sería ser los responsables de que esto se mantenga, o sea, responder a todo aquello que pueda afectar desde el exterior al equilibrio de cada miembro de la familia. Es importante, cada día, reconocer y agradecer a cada miembro su tarea por el bienestar de todos.
Ya sea si tu perro necesita ayuda para equilibrar sus emociones en la familia, si tu perro se pone enfermo y necesita tus cuidados o sencillamente, si tu perro se hace mayor y esto le asusta, que estés ahí va a ser lo más importante para él. Necesite cambios en vuestra rutina, mejorar su alimentación o tan sencilla y plenamente, abrazos, te necesitará.
Respecto a esto he de expresarte el dolor que siento cuando existen familias que, tras aparecer un conflicto en el comportamiento de su perro e incluso cuando nace un bebé humano en la familia, los dejan de lado y aíslan su valor en el grupo como si dejasen de ser parte de la familia. Este dolor, esta tristeza que puede llegar a sentir ese perro no la deseo a nadie. Y al fin, mi trabajo de educación y divulgación es para que seamos cada vez más amables y tolerantes con nuestros perros en la unidad familiar.
En resumen, sentirse parte de la unidad familiar es necesario desde el primer momento en que nuestro perro llega a nuestro hogar. Hacer saber que sus emociones, sus valores y sus decisiones ya son importantes para todas y se respetarán tanto como las de los demás. A veces, podemos adoptar a un perro que por sus vivencias nunca ha aprendido los valores de la familia y puede que le cueste entender que sus acciones influyen en el bienestar del grupo, pero, insisto, como responsable principal de esta familia, hacerle formar parte de esta unidad es necesario para evolucionar en la educación y en la convivencia.
Deseo que, tanto si vives feliz con tu perro como si todavía no eres capaz de conocer en la intimidad a tu perro, esta lectura te haga dar un pasito para conocer el gran valor de tu perro en la familia y pronto, convertirte en una familia amable, respetuosa y feliz.
Gracias, gracias, gracias.
¡Feliz navidad!
Elena Dogsanimal