¡Hola!
Lo que te voy a contar hoy es algo que sucede con mucha normalidad en muchas familias con perro, algo que en gran parte está relacionado con la educación temprana de nuestros perros.
Trabajo con cantidad de perros que son incapaces de estar en calma, muchos que no son capaces siquiera de prestar atención o de concentrarse.
Cada uno de nuestros perros tiene una forma de ser y puede tener una energía más activa o más calmada, pero sea del modo que sea, un perro necesita saber estar en calma. Esto por lo general no se entrena ni se trabaja en casa, así como todo lo que implica actividad en nuestro perro como salir de paseo, jugar con otros perros o jugar con sus juguetes, es algo que se controla y se practica desde el principio.
Un de las cosas más importantes que necesita aprender un perro es a estar tranquilo, saber gestionar su actividad desde la calma y el autocontrol. Nadie tiene que explicarle a un perro que hay que correr y alcanzar el juguete cada vez que lo lancemos, ¿verdad? Pero en cambio, cuántas veces hemos tenido que pedir a nuestro perro que se quede en la cama y esté tranquilo.
Desde el momento en que nuestro perro llega a casa, nos emocionamos tantísimo que queremos hacer un montón de cosas con él. Lo llevamos a que conozca al resto de la familia, queremos llevarlo al parque, a la montaña, al veterinario, a la peluquería, a caminar para que aprenda a no tirar de la correa…. Tantas cosas, que nos olvidamos de la necesidad de sentirse seguro en su nuevo hogar. Con esto, somos un reflejo clarísimo de la impaciencia en nosotros mismos, que más tarde solo la vemos en nuestro perro.
Un perro, nuestro perro, por muy activo que sea, sus ratos de descanso son mayores a sus ratos de actividad. Por este motivo tenemos que conocer el reloj biológico de nuestro perro y adaptar sus actividades a ello.
Cuando aprendemos a gestionar y aprovechar sus momentos de actividad, no solamente le enseñamos a ser capaz de gestionar su propia energía sino que además su descanso es mucho más satisfactorio. Es esencial tener en cuenta la calidad del descanso en la gestión y desarrollo de sus actividades, te hablé de ello en ‘La importancia de un buen descanso.’
Conociendo a nuestro perro, sus horarios y lo que le gusta hacer podemos crear planes, actividades y ejercicios que mejoren su capacidad de atención y que hagan que estos ratos locos de actividad se vuelvan beneficiosos para nuestra convivencia.
Para mejorar esto, o mejor dicho para aprenderlo, no funciona hacer ejercicio físico para dejarlo exhausto, esto nos funcionará un día pero a la larga no es una solución por distintos motivos; en el post ‘Ejercicio físico para rehabilitar una conducta’ te hablo de por qué NO es una solución real a un problema de sobreexcitación o hiperactividad.
La sobrexcitación no se calma con más excitación y actividad, al contrario, un perro hiperactivo necesita aprender a centrar su atención en lo que está haciendo, disfrutar de cada actividad por activa o pasiva que sea y disfrutar de estar en calma y para esto necesita saber hacerlo.
Para ello te explicaré un ejercicio súper sencillo y básico para empezar a centrar la atención de tu perro, además también es el inicio para conectar con él de manera más profunda. Este ejercicio es: mirarnos a los ojos. Te explico cómo lo trabajarás.
En los momentos en que vas a jugar con tu perro o en esos ratos que él espera algo de ti, párate, quédate quieta y espera que él se posicione delante de ti. Si se te echa encima ocupando tu espacio personal, avanza una de tus piernas para pedirle un poco de espacio. No te muevas del sitio, solamente se moverá tu pierna para reclamar espacio, el resto de tu cuerpo no se moverá, solamente será tu perro intentando entender a tu cuerpo.
Una vez en este punto le dirás ‘mírame’, y sencillamente esperarás su mirada y le darás las gracias de manera amable. Recuerda que te he dicho que él espera algo de ti, en modo juego por ejemplo, así que después de dar las gracias será el momento de lanzar el juguete y salir corriendo a jugar. Cada vez que se repita esta acción en el juego, pediremos una mirada hasta que esté tan claro que las miradas se crucen sin pedirlo.
Con este ejercicio empezarás a comprender cuán importante es para ti y para tu perro estar en calma. Te habrás dado cuenta mientras lo explico que pretendo que tu actitud sea calmada, incluso te especifico que te mantengas quieta porque buscamos la calma, la quietud, y para enseñar esto a tu perro tienes que empezar por encontrarlo en ti misma.
Si te ayuda, puedes ambientar esta práctica con música relajante para poneros en situación, aunque el motivo sea el juego. Si a ti te ayuda a respirar y encontrar la calma, te aseguro que a tu perro le ayudará también.
Dedica tiempo de verdad a este ejercicio. Activar a un perro tranquilo es más sencillo que aquietar a un perro excesivamente activo. Si le damos a la calma la importancia que requiere, te aseguro que tu perro aprovechará esta tranquilidad a favor de toda la familia.
¿Cómo ha sido vuestra experiencia? Me encantará que me cuentes en los comentarios vuestra sensación en esta práctica.
Gracias, gracias, gracias.
Elena Dogsanimal