La semana pasada disfruté de unos días rodeada de profesionales del perro, en especial dos veterinarios expertos en nutrición y alimentación natural para perros y gatos. Apareció el término transición y me quedé con esa palabra clavada.
Esa palabra que significa tanto y define tantísimo creo que es totalmente adecuada para el momento y la época en la que vivimos. Esta época en que ya no es suficiente hacer “lo de siempre” solamente por ser de toda la vida, sino que se cuestiona y se busca el por qué desde la lógica y el sentido común.
No te contaré hoy la magnífica experiencia en el seminario de nutrición natural porque, reconozco que todavía estoy en proceso de asimilar e integrar todos los cambios. Todo lo que te cuento, te lo cuento desde la experiencia así que por el momento estoy en proceso de digerir y volver al equilibrio tras tanto cambio, que ha sido un verdadero cortocircuito para reordenar todo lo que creía saber en este tema. Pero te lo contaré, te lo prometo.
Volviendo al momento de transición, creo que necesitamos ser conscientes de lo que esto supone y significa.
Por la parte que me toca, te hablare del gran cambio que estamos viviendo respecto a la convivencia con nuestros perros.
Ya hace muchos años que los perros forman una parte importante de nuestras vidas pero es en los últimos años en los que nos estamos dando cuenta del papel tan importante que ejercen en nuestra familia, en nuestra casa y al final, en nosotras mismas.
Vivir con perro te vuelve poco a poco más sensible a la hora de percibir cambios, sensaciones, emociones… comenzamos apreciándolo en nuestro entorno y en quién nos rodea y terminamos siendo cada vez más conscientes de nosotras mismas.
Compartir nuestra vida nos hace aprender a ver, analizar, observar y entender al que tenemos al lado, nuestra capacidad de atención se amplifica porque nuestros perros tienen un modo distinto de expresar, de comunicar, y tenemos que estar más atentos para enterarnos de todo y conocerlos (y conocernos) de verdad.
Esta expansión de nuestras capacidades que nos ha venido por prestar atención exclusivamente a la vida de nuestros perros nos está trayendo un aprendizaje valiosísimo y esencial para crecer.
Para mí esta es la verdadera transición; cuando, gracias a nuestros perros somos capaces de prestarnos atención, pero atención de la de verdad: cuidarse, mimarse, escucharse. Y esto, estos mimos que aprendemos con nosotros mismos, queremos compartirlos con nuestros perros y todos los que nos rodean.
Muchas veces he pensado que, la paciencia y tolerancia que tengo para con las cosas de mis perros no la tengo con nada ni nadie, y esto me hace pensarme las cosas. ¿Por qué ellos son más merecedores de mis cuidados que yo misma? ¿Acaso puedo cuidar tan bien como quisiera de alguien, sin saber cuidar de mi misma?
Pues bien, creo que ser capaz de ampliar nuestra percepción a la hora de cómo vivimos nuestra vida es importante y al final beneficioso para nuestros perros. Pero es que, cuidar de nuestros perros no es solamente lo que ya sabemos cómo trabajar su educación, su salud, su alimentación, sino también aprender a estar en paz con nosotras mismas y compartir esta tranquilidad.
Ahora mismo estoy recordando un caso de hace unos meses en la que una alumna el último día de nuestras clases me dijo: Es que ahora pienso que estaba yo más desquiciada que mi perro. Y es aquí donde quiero llegar, que el cambio comienza por uno mismo para que podamos verlo reflejado en nuestro entorno, nuestras relaciones, nuestro perro.
Y esto es para mí esta época de transición, cuando, gracias a nuestros perros, tenemos que trabajar nuestra paciencia, nuestra percepción y sobretodo trabajar el compromiso con nosotras mismas que somos, finalmente, con quién necesitamos sentirnos en paz completamente. Si nosotras encontramos este equilibrio, principalmente nuestros perros confiarán más en nuestro modo de hacer y además, seremos buenos y equilibrados guías para ayudar a nuestros perros con sus cositas.
Realmente cuando te escribo textos como el de hoy puedo pensar por un momento que no te expongo conocimientos sobre perros pero vuelvo a leer y sigo escribiendo y es que tengo claro que si, que conocerse a uno mismo es un trabajo esencial para compartir una vida feliz y saludable con nuestros perros. Podemos aprender técnicas, trucos, consejos que pueden ser útiles para un caso y no para otro pero, lo que realmente te cuento es esencial para que vuestra convivencia sea totalmente libre y vuestra relación sea feliz para tu perro, pero también para ti.
Después de todo, no importa si un día nuestro perro destroza algo de casa o en algún momento no le ha gustado otro perro, lo importante no es lo que pasa un día específico, sino el conjunto de todos los días, y solo ampliando la perspectiva y trabajando desde nuestro interior seremos capaces de observar y fascinarnos con los cambios.
Me encantará que me cuentes tu opinión sobre la entrada de hoy en los comentarios y sobretodo, me gustaría conocer cuál ha sido el gran cambio que has percibido en ti misma desde que compartes tu vida con un maravilloso perro.
Gracias, gracias, gracias
Elena Dogsanimal