Las primeras semanas de un bebé perro en casa pueden ser una autentica locura. Pasando por fases de adaptación que nos confunden y es por eso que a veces, nos volveremos tan locos. La primera semana de un cachorro en la familia puede ir muy bien. Qué bien se porta, duerme mucho, no llora apenas e incluso hace sus pipis siempre en el mismo sitio… hasta que, de repende, ¡despierta! tu perro se transforma, hace pis por toda la casa, llora, ladra, muerde y destroza juguetes y lo que no son juguetes, se pasa el día activo y dormir es lo último que se le ocurre. Muy probablemente todavía no puede salir a la calle y tu estás deseando que llegue el día porque empieza a ser estresante.
El cuerpecito de ese cachorro empieza a tener más fuerza, sigue siendo un bebé que se cansa enseguida, su cabecita ha gestionado muchas cosas nuevas y todavía le queda por aprender, parece que nada va a salir bien porque cada día hay algo nuevo. Sale a la calle, creías que se cansaría y llega a casa casi tan loco y destructor como antes, quiere jugar con tooodos los perros y además, se espera a la llegada a casa para hacer pipí y caca.
¿Qué ha pasado? Mi cachorro se portó bien los primeros días y ahora ya no. ¿He hecho algo mal? ¿Le ha pasado algo? ¿Este cachorro hiperactivo va a ser mi perro?
¡¡¡TRANQUILA!!!
El cambio de hogar y de familia es un gran paso para tu perro, fue un gran gasto de energía y ha necesitado reposar hasta entender lo que ha pasado. Poco a poco, día a día, tu pequeño conoce a su nueva familia, su nuevo hogar. Empieza a explorar y conocer cada rincón de la casa, cada mueble, cada objeto, y todo es un buen motivo para jugar e investigar, ¡esto es genial! Lo raro sería un cachorro que no hiciese nada de esto, ¿no crees?
Tras las primeras salidas, va a parecer que no se cansa tanto como tú habías planeado; es al contrario. Está tan excesivamente estimulado que la mente se ha sobrepasado y no es capaz de controlar y gestionar su energía. Baja el ritmo, tu cachorro no necesita paseos tan estimulantes. Menos es más.
Estas cosas pasarán de largo y aparecerán cosas nuevas, ¿Sabes por qué? Porque tu pequeño cachorro está creciendo, aprendiendo, necesita probar, explorar, investigar, romper cosas (si, romper…) para saber que es capaz de hacerlo.
Tu pequeño cachorro no necesita disciplina ni tampoco órdenes ni exigencias, solo necesita lo que cualquier bebé, comprensión, presencia y paciencia.
Estas locuras pasarán a la historia y te reirás de ellas antes de que te des cuenta.
Además, tranquila porque no tienes que hacerlo sola. Puedo ayudarte en la educación de tu pequeño con el curso “Cachorro feliz, familia feliz”; esta etapa es para disfrutarla, para reírte, jugar, correr… y también para limpiar pipís, pero te prometo que te ayudaré a que este proceso sea tan agradable y beneficioso para ti y para tu cachorro.
Me encantaría que me contases en comentarios las locuras que has vivido durante la infancia de tu pequeño.
Gracias, gracias, gracias
Elena Dogsanimal